Hasta hace poco tiempo, la política comercial de los países a lo largo del mundo se había limitado a acciones como la imposición de aranceles, cuotas de importación, licencias, restricciones, prohibiciones, subsidios, casi siempre enfocándose en la parte económica.
Con el paso del tiempo, la evolución apresurada de la globalización ha hecho que los Gobiernos apliquen políticas comerciales más complejas que rebasan los límites de los instrumentos arancelarios, licencias, subsidios, etc, antes mencionados de los países, para abordar temas como los servicios, la propiedad intelectual, temas migratorios, de coherencia regulatoria, laborales y ambientales entre otros. Se ha incrementado el espectro de análisis de los efectos de un proceso de libre comercio cada vez más extenso, ampliando el tradicional enfoque basado en los cambios de los precios a consecuencia de reducciones de aranceles aduaneros o restricciones cuantitativas a un proceso de reestructuración de las relaciones al interior de las economías, en el seno del sector público, en las relaciones entre el sector público y el sector privado y con el resto del mundo.
Para lograr esta ampliación a los nuevos temas de política comercial, se ha requerido una innovación, no solo en las estrategias, sino también en todo un aparato gubernamental que se encargue de realizar diversos estudios para así abarcar campos más amplios al momento de aplicar alguna política exterior determinada. A pesar de que se siguen utilizando las mismas políticas desde hace mucho tiempo, y difícilmente se vaya a observar un cambio radical en ellas, en estos momentos ya podemos hablar de Políticas Comerciales nuevas y cada vez más extensas e innovadoras.
Es cierto que se ha incrementado el análisis de una evolución de la política comercial dirigida al libre comercio, entendiendo que el libre comercio es ventajoso en la economía para los países en desarrollo.Sin embargo, el proteccionismo sigue apareciendo como defensa a las crisis financieras económicas, tal es el caso actual de Argentina y Brasil. Actualmente, puedo agregar, se han debatido nuevas formas ó variantes del proteccionismo, ya no en forma de aranceles sino, a través de subsidios a la exportación, medidas discriminatorias para la inversión y subsidios al empleo. En consecuencia vemos que estas nuevas políticas comerciales son sujeto de menores ó casi ninguna consecuencia para los otros países que tengan una relación comercial.
ResponderEliminarPor ello también, se ha integrado el tema de la participación del gobierno en las estrategias y políticas de desarrollo, de si el Estado debe ó no, intervenir en los mercados para incentivar la producción y que debe tener en cuenta al momento de plantear su política exterior.
Considero que también es importante recalcar varias situaciones interesantes que recaen en los nuevos temas dentro de la política comercial, en primer lugar podemos destacar la falta de cooperación y acuerdo total que se han dado desde el inicio de las rondas negociadores , un ejemplo de esto fue la ronda de Uruguay cuyas negociaciones se extendieron hasta dar inicio a esta nueva etapa de la ronda de Doha sin haber llegado a un acuerdo absoluto, en esa ronda se hizo notorio que la unión de los países latinoamericanos y EEUU para pedir que se eliminase el subsidio agrícola de la UE ya que ese es un mercado muy amplio y la utilización de esta política comercial dificulta en extremis la inserción al mismo, y aunque desde el punto de vista de Latinoamérica es favorable saber que en este aspecto tiene el apoyo de EEUU es también muy notorio que para que en algún punto la UE ceda en su posición subsidiaria es necesario que también EEUU lo haga ya que poseen un subsidio agrícola similar lo que de entrada pone una inmensa traba que auspicia un punto muerto en toda negociación con respecto a este tema.
ResponderEliminarDe lo antes expuesto se puede inferir que una de las razones que maximiza las posibilidades de consumo y bienestar general es el comercio internacional, siempre y cuando se aborde de manera transparente y manteniendo el equilibrio tomando en cuenta las implicaciones de la producción de un país dentro del mercado y la calidad de vida de sus habitantes no solo en la actualidad sino también en el futuro.