viernes, 15 de noviembre de 2013

La Polémica de las Licencias

En la política comercial, las licencias son aquellos permisos administrativos que un Estado otorga a ciertos individuos, empresas o a gobiernos de países exportadores, que autorizan la importación de mercancías. La concesión de licencias o tal vez, la dificultad que exista en la concesión de las mismas, se puede considerar una barrera no arancelaria al libre comercio, puesto que éstas le permiten al país receptor retrasar el ingreso de productos que pudieran ser desventajosos para algún sector de la economía. Sin embargo la OMC  prevé que estos sistemas deben ser sencillos, transparentes y previsibles. La OMC además las divide en 2 categorías: las licencias automáticas, que siempre son aprobadas conforme a su solicitud y a la reglamentación vigente; y las no automáticas, en las que se prevé un lapso para su aprobación, usualmente no mayor de 60 días, aunque pueden no ser aprobadas.

Lo interesante de las licencias es que no significan ninguna recaudación para el Estado, puesto que los ingresos de éstas van dirigidos a aquellos que las reciben. Estos beneficios (denominados rentas), pueden significar entonces, la posibilidad de que se produzca una transferencia de rentas al exterior. Además suelen considerarse como una forma de desalentar las importaciones para quizás obtener una balanza comercial más favorable.

Tal es el caso de Argentina, que desde el inicio de la crisis económica internacional en 2008 puso en marcha diversos mecanismos comerciales para proteger su producción, tales como: acuerdos con sectores clave y nuevos regímenes de importación. Actualmente cuenta con 17 tipos de licencias no automáticas y un régimen de importaciones en el cual  se hace necesario hacer una Declaración Jurada Anticipada de Importación. Este seguimiento de las importaciones del Gobierno, tiene como fin mantener un superávit comercial e incentivar la producción nacional pero le ha convertido en blanco de críticas por parte de algunos miembros de la OMC incluyendo a Brasil, Paraguay y Uruguay, sus socios en el Mercosur, por la gran dificultad de importar productos. De igual forma el sector empresarial nacional, se ha visto afectado puesto que la demora en los trámites de licencias está llegando a acarrear daños en sectores determinados.

Sin embargo no siempre las licencias incentivan la producción nacional sino que más bien pueden obstaculizarla. Como por ejemplo en nuestro país, donde el Gobierno controla parte de las importaciones de materia prima, ya sea la destinada a las industrias básicas de Guayana o incluso, la destinada a la agroindustria privada. Estas importaciones controladas y en cantidades menores a las necesarias por las industria nacional, ya sea pública o privada, genera una disminución e incluso déficit en la producción de éstos sectores, donde las empresas no trabajan de acuerdo a su capacidad instalada y tiene como consecuencia una disminución en las exportaciones de la industria siderúrgica e incluso la escasez de alimentos de consumo interno. 

2 comentarios:

  1. En el caso de las licencias en Venezuela, estas también pueden ser usadas como una herramienta para frenar las importaciones de ciertos productos, creando una escasez artificial, compitiendo de manera desleal con las empresas extranjeras y beneficiando a ciertos productores, elevando el precio del producto regulado por la licencia en el mercado nacional y perjudicando a los consumidores.

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  2. Brasil también es uno de los países que aplica las licencias automáticas y no automáticas como medida de protección para la producción nacional, y les ha sido beneficioso y no sólo han logrado aumentar la producción y el consumo de productos nacionales sino que al mismo tiempo promueven las exportaciones.Pero Brasil aplica esta política comercial sólo en algunos sectores y solo para algunos productos.

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